Si pensamos en un artista que sea el portal hacia el punk para las nuevas generaciones, enseguida surge un nombre por unanimidad: Yungblud. Dominic Richard Harrison -quien le debe su nombre artístico a la juventud que corre por sus venas- le ha inyectado a la escena musical mundial una energía arrolladora condensada en tres álbumes de estudio que no pasan desapercibidos. En plan de continuar avivando la llama que encendió allá por 2018, el británico liberó el video de Lowlife. El sencillo- el cual se supone que formará parte de su próximo LP y que sucedería al que lleva como título su apodo, editado hace casi un año- ya había sido estrenado en junio.
En el clip, el británico conquista las calles de Camden Town junto a un acompañante muy particular. Se trata de su yo de la niñez, quien es su cómplice en una serie de locuras que despliegan por aquella pintoresca zona de Londres. “Me sentaré aquí y desearé que el mundo se vaya, porque soy un malviviente, un malviviente”, canta Harrison impulsado por su característica rebeldía y respaldado por un coro de chicos que hace al tema sumamente tarareable.
“Escribí ‘Lowlife’ porque no quería salir de casa. Estaba harto de la gente, de los juegos, de mí mismo y de mis amigos. Cada vez que hacía algo, algún idiota opinaba sobre ello, de lo que debía hacer o ser. La verdad es que, a veces, no quería ser nada, quería no ser nada. Así que no salía de la cama. Estaba insatisfecho y ansiaba algún tipo de aburrimiento. El tipo de aburrimiento en el que te sientas en tu casa con las mismas sábanas y ves la puta televisión que te atonta la mente, así que escribí una canción sobre ello”, declaró el centennial.
Yungblud finaliza mañana -día en que festejará su veintiséis años- en Seattle la gira con la que ha estado recorriendo Europa y Norteamérica. Por su parte, los fans argentinos, que aún deliran al recordar su descollante presentación en la última edición local del Lollapalooza, cruzan los dedos para que su ídolo vuelva a cruzar el charco.