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Sting en Buenos Aires: todo quedó en familia

El inglés regresó a nuestro país con el tour mundial de su último disco 57th & 9th, para brindar un show impecable en una noche de verano en pleno otoño.

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El inglés regresó a nuestro país con el tour mundial de su último disco 57th & 9th,  para brindar un show impecable en una noche de verano en pleno otoño.
Sting se presentó en Hipódromo de Palermo con su hijo Joe Sumner de soporte y una lista de canciones llena de hits, ideal para el público de este encuentro que estaba compuesto principalmente por seguidores de su ex banda The Police y, así como el, muchos padres fueron con sus hijos y también abuelos reviviendo viejas épocas.
Desde la relajada pero poderosa apertura a las 21.15 con “Synchronicity II” clásico de The Police de 1983, pasando por el homenaje a Bowie con “Ashes to ashes” realizado por su hijo Joe como voz principal, siguiendo por la sorpresa del hermoso “Ain´t no sunshine” de Bill Wathers en medio del exitoso y pegadizo “Roxanne”, hasta el cierre romántico y nostálgico  con “Fragile” formaron una noche para el recuerdo en la capital porteña. La organización, el gran sonido y el ambiente tranquilo y familiar, complementaron a que el show sea aplaudido con gran emoción por todos los presentes.
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Fotos: Claudio Zatti

Su sonido estuvo formado principalmente por el trío que arman en esta gira, Sting en bajo y voz, Josh Freese (Nine Inch Nails, Guns N´Roses) en batería y Dominic Miller en guitarras (eléctricas y acústicas). Además, en el escenario se encuentran Rufus Miller (hijo de Dominic) en guitarras, Joe Sumner (hijo de Sting) y los miembros de The Last Bandoleros haciendo coros y aportando el toque místico del acordeón.
La lista de canciones estuvo compuesta por grandes éxitos que hicieron bailar y cantar al público con nostalgia y alegría, recordando a The Police y otros tantos del propio Sting. “Spirits in the material world”, “Englishman in New York”, fueron la apertura para entrar en el corazón de los presentes en el hipódromo para seguir con «I can´t stop thinking about you» y «One fine day» de su último disco (2016). Para continuar deleitando a sus adeptos sonaron “Fields of gold” y “Shape of my heart”, baladas ideales cuando de enamorarse se trata. La distintiva y exquisita voz de Sting se hizo notar con “Message in a bottle”, «Walking on the moon», «So lonely», la arabesca «Desert Rose» y la cereza del postre «Every breath you take».
La remera arremangada, el rock en la sangre y su sonrisa de oreja a oreja no pasa de moda y así tampoco su música. Nada para reclamarle al inglés, sino más bien, destacar que el paso de los años lo lleva por buen camino. Con un espectacular estado físico y con el mismo espíritu de siempre, Sting  transmite paz y buenas vibras a su público.
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