Radiohead vs. las trampas de la industria musical en la era digital
Como respuesta a una filtración online ocurrida el pasado junio, Radiohead ha subido a Bandcamp, por tiempo limitado, cerca de 18 horas de material inédito de “OK Computer”, su emblemático álbum publicado en 1997. A continuación, una reflexión acerca de la ética de los artistas de vanguardia en la escena rock y pop internacional y su vinculación con las trampas de la industria musical.
En la década del ‘90 con la expansión de Internet, una computadora y una conexión a la World Wide Web se convirtieron en una característica común en los hogares de Estados Unidos. La piratería de los sistemas corporativos y los lanzamientos de virus se regaron por toda la web. Cuando la piratería se convirtió en un medio de robo financiero, las leyes de Estados Unidos contra la piratería y los castigos se endurecieron. De tal manera, sitios de almacenamiento como Rapidshare y Megaupload cerraron voluntariamente tras años de persecución por parte de las autoridades y los tribunales. Esa pauta marcó el desarrollo de los años posteriores en que el mercado avanzó a paso firme.
En tal sentido, lejos ha quedado aquella imagen de Metallica demandando a Napster por los perjuicios económicos que suponía la difusión y circulación de su obra por fuera del ámbito legal. A medida que nos adentramos en el siglo XXI, la industria discográfica está logrando diezmar casi por completo los efectos negativos percibidos por causa de la piratería y los sitios abiertos. En buena parte, ello puede deberse, principalmente, a dos cuestiones: por un lado, el surgimiento y consolidación de plataformas digitales como Spotify y You Tube, cuya gratuidad (al menos en un acceso limitado) le permitió a una cantidad creciente de personas acceder a la música de sus artistas favoritos sin tener que recurrir a canales alternativos.
Por otro, a la posibilidad que tienen cada vez más artistas de acceder a programas de grabación y producción, pudiendo componer y circular su material desde el living de sus casas sin la necesidad de firmar un contrato con una empresa discográfica que se haga cargo del financiamiento; es decir, sin intermediarios entre ellos y el público. En ese contexto, en que la actitud Do It Yourself (DIY) se nutrió de la nuevas herramientas digitales, Radiohead lidera, junto a otros artistas, un nuevo proyecto estético vanguardista que reformuló ciertos aspectos éticos a partir de los cuales buscaron sortear ciertas imposiciones de la industria cultural.
Es posible citar, en ese sentido, al menos dos ejemplos: el primero, cuando la banda lanzó “In rainbows”, su séptimo álbum, y lo ofreció por internet a un precio establecido por el público. El segundo, cuando, durante el pasado mes de junio, Radiohead fue protagonista de un episodio en el que les fueron robados archivos de grabaciones de “OK Computer”, exigiéndoles 150.000 dólares por la amenaza de liberarlo. En lugar de atender al chantaje, la banda decidió liberar los demos por el término de 18 horas en Bandcamp a 18 libras. Si bien es cierto que la industria discográfica ha logrado adaptarse muy eficazmente a la era digital, acaparando los espacios grises que ocupaban las plataformas gratuitas y la piratería, la solidaridad y la actitud DIY nacida entre los artistas durante los años ’70 se establecieron como trincheras.
Dando cuenta de este nuevo aspecto ético que cada vez más artistas adoptan, Radiohead destinó todo lo recaudado por este material a beneficio de un grupo ambientalista que utiliza la resistencia no violenta para protestar contra la degradación del clima, la pérdida de biodiversidad y el riesgo de colapso ecológico, es decir, los principales desafíos que la humanidad enfrentará este siglo. En una coyuntura de imbricación de las grandes transformaciones tecnologías que trajo aparejada la era digital con el avance de la industria musical por sobre las obras de los artistas y sus capacidades de circulación de estas, también fueron reformulados ciertos aspectos éticos de aquellos que lideran el proyecto vanguardista en la actualidad, allanando el camino del compromiso político y social.