Seis minutos duró el rato que Paul McCartney y Ringo Starr estuvieron juntos arriba de un escenario anoche en el estadio Dodger de Los Angeles, tiempo que fue suficiente para dejar una marca en el alma y emocionar a los millones de fanáticos de The Beatles de todo el mundo, y para reafirmar su talento superlativo.
El anfitrión de la noche, que se encontraba en medio del Freshen Up Tour por EUA, anticipó al público lo que iba a pasar: “tengo una sorpresa para todos. Damas y caballeros, el único e inigualable Ringo Starr”. A una semana de su cumpleaños número 79 Ringo sigue siendo una estrella: ingresó a la escena con un saco negro, remera negra, sus ya conocidos anteojos oscuros, y una energía envidiable. “Te quiero, amigo”, le dijo Paul mientras el baterista se acomodaba para iniciar el repertorio.
Ringo alzó la voz para decir su frase de cabecera: «Paz y amor para todos». Inmediatamente tocaron dos clásicos de la historia de los Beatles: “Sgr. Pepper’s Lonely Hearts Club Band” y “Helter Skelter”. Se los vio disfrutar del momento, y después del mini show compartido Starr lanzó los palillos al público y a continuación bromeó con tirar también el bajo de McCartney. «Gracias, Paul. Ha sido una noche adorable. Te quiero», agradeció Starr.