Luego de un largo silencio, Damon Albarn y Jamie Hewlett vuelven a encender los motores de Gorillaz con su nuevo disco ‘Humanz’.
Pasaron siete años para que Damon Albarn se decidiera a regresar al negocio de la música, pero no con Blur ni como solista, sino con la banda virtual que gestó a finales de los 90 y llevó a la realización con un primer disco en el 2001. Gorillaz es uno de los grupos musicales más importantes de nuestra generación, esto puede parecer raro teniendo en cuenta que sus integrantes no existen en realidad. Damon y su animador Jamie Hewlett, han sabido llevar la música hasta un punto donde no solo es casi imposible clasificarla en un género (llevando a algunos simplistas a solo llamarlo ‘pop’), sino que lograron un nivel de calidad donde, si bien no todos los discos son excelentes, ninguno es propiamente malo.
Esta semana se publicó el quinto disco de estudio de la banda, titulado Humanz, donde el tracklist compuesto por 26 pistas, las cuales se dividen en 7 interludios y 19 canciones, navega por distintos estilos musicales, sin dejar de tener una clara homogeneidad melódica, hasta el punto donde se puede asegurar que dentro de unos años, uno va a poder escuchar un tema de este disco y reconocer inmediatamente que pertenece al mismo.
Algo que se percibe en la primera escucha de este álbum es que Damon Albarn no tiene una presencia vocal tan inmensa como en otros discos, llevando a que los artistas colaboradores se encarguen de cantar en la mayor parte de los temas. Pero esto no significa que Damon en un golpe de vagancia haya decidido que los demás hagan todo el trabajo, su presencia en los sintetizadores en todas las canciones es muy notable.
Musicalmente hablando, el estilo del disco juega mucho con los sonidos electrónicos. Llegando a ser una impronta muy marcada en la totalidad de los temas; sin embargo, Damon logró que el sonido de cada nota de sintetizador sea el requerido por las canciones con total naturalidad.
Entre los cantantes que colaboran en Humanz abundan los raperos o cantantes de R&B, yendo desde De la Soul hasta Peven Everett. Pasando por el cantante de Ragga Popcaan y el blusero Rag N’ Bone Man. Si bien en los últimos días se habló mucho de que el disco tiene un exceso de colaboraciones, ninguna aparición está de más. La gracia de Gorillaz raya más que nada en la mezcla de estilos, y ¿Qué mejor manera de marcar esto con la colaboración de artistas de distintos géneros?
En cuanto a la calidad de los temas, hay muchos que son clásicos instantáneos como los singles Andromeda, Saturnz Barz y Let Me Out, y temas que recién conocimos al salir el disco en los que se destacan Charger, Carnival y Out of Body.
El disco no es perfecto y hay algunos tracks que no llaman tanto la atención, como la, algo decepcionante, Momentz o Halfway To The Halfway House. Pero, en líneas generales, no hay ningún tema malo, algunos necesitan ser escuchados más de una vez y la paciencia del oyente para llegar a quererlos. Humanz quizás no guste del todo, o no va a enamorar a primera impresión, pero una vez que se lo haya escuchado dos o tres veces, uno realmente comienza a sentir el impacto musical de este disco.
Este álbum es un regalo de Damon y Jamie que deberíamos sentirnos agradecidos de tener ya que, después de siete largos años, se regresó a la calidad musical, a la sensación de que cada tema te sorprenda mientras el disco avanza y, sobretodo, a descubrir nuevos artistas a partir de las colaboraciones.
¡Volvió Gorillaz!
