Antes de encabezar el Festival La Nueva Generación, que será en Córdoba este fin de semana, hablamos con el líder de Él Mató A Un Policía Motorizado, sobre el lugar que ocupa la banda en la escena musical actual.
¿Te sentís referente de una nueva generación de bandas? Muchos medios te describen de esa forma
Lo tomo como un halago, aunque no siento que sea así. Igual lo repiten tanto que ya debería tener una opinión formada (risas). Entiendo que Él Mató apareció en un momento donde había una crisis de la cultura independiente o un momento chato de la cultura en general. Fuimos participes en el crecimiento de un nuevo universo, quizás por eso el título. Si así fuere, ojalá haya servido de algo y podamos seguir siendo útiles desde el lugar que nos toca ocupar.
¿Qué nivel de importancia le das al mensaje cuando escribís tus canciones? A veces pareciera imponerse el impacto fonético por sobre el concepto.
Son importantes las dos cosas, aunque priorizo las ideas. Tanto en las melodías, como en lo visual y lo lírico. Todas mis letras tienen una idea, un concepto y un mensaje. Ese mensaje tiene que estar hecho con las mejores opciones: palabras correctas que suenen bien.
Es los shows de la banda hay una especie de atmósfera envolvente, densa pero armónica, conviviendo con el público. ¿Se trata de algo buscado intencionalmente?
Nuestra propuesta pasa por tocar las canciones de la mejor manera posible, trato de cantar lo mejor que puedo y dejar todo en el escenario. Pero no está en nuestros objetivos que se genere una atmósfera específica, simplemente sucede y lo celebramos. Hemos tocado en otros lugares donde eso no sucede, por suerte son pocos. Es algo que no sé si está bien o mal pero, a veces, siento que es necesario para generar un clima positivo en general. Hemos tocado en Francia y Alemania frente a un público que no conocía a la banda, donde hay ciertas conexiones que no se establecen. La verdad es que lo disfruté también, fue como «esto es lo que hago y vengo a mostrárselo a ustedes que no lo conocen». Una suerte de desafío para entender que en ciertos contextos no tenés todo a favor, pero igual hay que dar lo mejor.
Tus letras son algo nostálgicas, ¿preferís conectarte con el pasado, antes que con el futuro o el presente?
Más que nostalgia, es melancolía. Trato de hablar bastante del presente. No sé si mis letras hablan del pasado o de un tiempo que ya fue. No siento nostalgia puntualmente, cada momento que pasa en mi vida siento que estoy en un lugar mejor y eso me tiene tranquilo.
¿Cómo crees que se va a contar mañana el fenómeno de la escena platense que los vio nacer y en qué medida el contexto formó la identidad de la banda?
Para nosotros el contexto fue muy importante, La Plata es una ciudad muy especial que tiene mucha vida juvenil, eso es clave. Lo bueno es que abundan las propuestas musicales y artísticas. Cuando nosotros aparecimos, había varias bandas que no eran afines de manera directa a nuestro estilo, gustos o formas, pero estaba buenísimo porque nos juntábamos y hacíamos fechas muy variadas. Me acuerdo de tocar con la banda punk Demencia; y Psicovendetta, que hacían hip hop. Estábamos nosotros, que somos más alternativos, pero había una linda comunión. No lo hacíamos de manera tan consciente, simplemente sucedía. Ahora que lo veo a la distancia es un recuerdo positivo. De ahí salimos nosotros, 107 Faunos y Reno, entre otros. Fuimos sumando bandas y estuvo buenísimo porque era nuestra ciudad. Ver que esa efervescencia se fue ampliando es muy gratificante.
Otra banda que está creciendo a la par de ustedes es Los Espíritus, de hecho hace poco compartiste una entrevista con Maxi Prietto, ¿creés que se corre el riesgo de establecer una rivalidad del tipo Los Redondos-Soda Stereo?
No, para nada. Esas dualidades eran características de otra época, o por lo menos eso quiero creer. Esa «rivalidad», que me parece una estupidez, se fue dejando de lado y creo que va a seguir así. Las nuevas formas de consumo cultural, con tanto acceso a la información, rompieron los parámetros de la tribu, porque la gente comenzó a descubrir que también había cosas interesantes en la otra vereda. Obvio que el prejuicio y la mala onda siguen existiendo, quizás ahora materializados en los trolls (risas), pero a nivel grosso de «banda rock vs banda pop» por suerte está muerto y espero que así se mantenga.
La calidad sonora del nuevo disco La síntesis O’ Konor es sorprendente. Teniendo en cuenta este último álbum y los anteriores ¿lo consideras el mejor? ¿dónde ves la evolución?
Está bueno lo que decís, porque es justamente lo que buscábamos. Queríamos vivir la experiencia de grabar en un estudio de alto nivel técnico (se grabó en Sonic Ranch, en Texas) y lograr un sonido súper cristalino. Pero fue una resultante de la forma en que encaramos la producción, donde las canciones empezaron a tener otras texturas que no tenían antes, otro nivel de detalle y eso iba a estar mejor presentado si era grabado con una mayor fidelidad. No creo que esto esté bien y lo anterior esté mal, lo quiero aclarar porque es raro usar la palabra «evolución» en este caso. Entiendo que, para lo que venimos haciendo, eso era lo indicado. Si algún día queremos volver a un sonido más sucio, creemos que lo correcto es grabar en un buen estudio y sobre eso empezar a ensuciar, que no es lo mismo que grabar de forma casera con un clima Lo Fi. Igualmente entendemos, y quiero resaltar esto, que lo importante son las ideas, las canciones. Si una canción tiene algo potente para ofrecer lo va a lograr más allá del sonido. Aunque el sonido cristalino quizás llegue más, porque el grosso de la gente está acostumbrada a esas texturas. Pero bueno, esas son cuestiones más analíticas. Al fin y al cabo, las ideas y las canciones tienen el poder.
Él Mató A Un Policía Motorizado estará encabezando la grilla del Festival La Nueva Generación el próximo domingo 19 de noviembre en el Jockey Club de la ciudad de Córdoba.
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