Lollapalooza 2017 – Día 1: CAGE THE ELEPHANT

Puntaje: 7

Para Cage The Elephant su paso por el escenario principal del Lollapalooza fue la confirmación de su romance con el público argentino. Con una camisa roja y botas doradas, Schultz, como es su costumbre, no paró de correr de un extremo al otro del escenario y dar saltos salvajes. Es como si el muchacho tomase lo mejor de varios vocalistas: en “Trouble”, se mostró vulnerable con tímidos falsetes a lo Damon Albarn, mientras que en “Ain’t No Rest for the Wicked” su pose rockstar hizo recordar a un Mick Jagger desfachatado –¿David Johansen quizás?–, que se animó a interactuar con la gente face to face. Para “Mess Around”, canción prototípica del rock Siglo XXI, que los confunde con bandas británicas –pese a ser oriundos de Kentucky– como Kaiser Chiefs o Kasabian, su actitud desaforada fue la típica de Pelle Almqvist. Luego, en “Cigarette Daydreams”, la melancolía sixties a lo Ray Davies fue el puente entre las hiteras “Come a Little Closer” y “Shake Me Down”.

Ya para el final, Schultz se sacó la camisa, contempló el panorama con el micrófono dentro de su pantalón y, con el torso desnudo, bajó del escenario y se paró sobre el público por unos instantes –en aquella presentación de 2012 en River se había animado a atravesar el campo desde el escenario hasta el mangrullo haciendo equilibrio– para que la imagen de Iggy Pop se convierta en el disparador obligado.
Cinco años después de su primera visita, la banda liderada por el siempre incendiario Matt Schultz se mostró mucho más madura que en sus presentaciones anteriores y quizás con la tranquilidad de que ya no tienen que demostrar nada a nadie, ni la necesidad de ganar nuevos adeptos: Cage The Elephant juega de local en Argentina.
CAGE THE ELEPHANT (Lollapalooza Arg 2017) Fotos: Christian Pettinicchio

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