Con apenas 25 años, Cherie Jones, una muchachita de rulos oriunda del este de Londres, fue catalogada como la nueva sensación del pop británico.
Hace poco más de un mes, JONES (así en mayúsculas, su nombre artístico), lanzó al mercado su álbum debut, New Skin, una pieza esperada por los críticos que oyeron en el primer EP de la inglesa, Indulge (2015), a la próxima gran representante del género.
La joven que hace 10 años compone canciones sentada a los pies de su cama heredó el amor por la música de su madre, único sostén del hogar y responsable del sonido soul que aparece en las 12 canciones de New Skin. Y a eso hay que agregarle la importancia de haber crecido en los 90. “Es realmente vergonzoso, pero me encantaban Britney Spears y las Spice Girls”, dijo en una de sus primeras entrevistas.
El resultado final es fácil de digerir y cuenta con todo lo necesario. Hay baladas (“Waterloo”), hay groove (“Out Of This World”), hay estribillos radiales (“Hoops”) y hay, también, una pizca de condimento extra que obliga a encender el oído. Quizás haya algo “nuevo” en New Skin.
—¿Por qué le pusiste New Skin a tu álbum debut?
—A medida que nos vamos poniendo viejos vamos desarrollando otra piel. Cuando escribí este disco quería ser otra persona… y tener una piel nueva… ¿tiene sentido lo que digo? —Sí, claro. Pero no sos vieja, tenés apenas 25 años…
—(Se ríe) Lo sé, no soy vieja. Pero soy más vieja que antes. Cada año aprendo más y más de mí misma, es como una nueva capa de personalidad, o de vida. New Skin habla de eso, de mi personalidad, de mis emociones, de mis asuntos con el amor, con la vida… —¿Cuál es tu canción preferida?
—Depende del día… pero ahora mismo es «Waterloo». Amo las baladas y esta es una muy emotiva. Me encanta cómo quedó el piano y también me gusta mucho cantarla, interpretarla en vivo. Siento que en ese momento realmente me puedo dejar llevar por la canción, perderme en el tema.
—¿Cómo fue el proceso de composición del álbum?
—Me rodeé de muchas personas, de grandes compositores. El proceso fue bastante colaborativo y eso fue algo muy bueno para el disco porque me dieron miradas distintas, perspectivas diferentes. Pero al mismo tiempo tomé el control de las cosas para que suenen como yo quería. Algunas canciones las hice en mi casa y después las llevé al estudio, otras las hice ahí mismo, rodeada de gente. Fue un proceso divertido y desafiante. Me tomó prácticamente dos años… —¿Estás orgullosa con el resultado?
—Sí, lo estoy. Pero soy perfeccionista. Me hubiera gustado poder dedicarle un poco más de tiempo de trabajo pero creo que también está bueno soltar las cosas de una vez y compartir el álbum con el mundo. Sí, puedo decir que estoy orgullosa. —Algunos críticos y medios especializados dicen que sos la nueva sensación del pop británico, ¿qué opinás al respecto?
—Creo que es asombroso… (risas). Tengo que agradecerles a todos los que piensan eso. Me encantaría ser capaz de compartir mi música con todos, no sólo en el Reino Unido, también en el resto de Europa. Creo que es asombroso poder conectarse con personas de todo el mundo. Estoy muy contenta con lo que soy actualmente y voy a tratar de seguir escribiendo buena música. Y creciendo año a año.
—¿Qué música sonaba en tu casa cuando eras chica?
—En la casa de mi infancia sólo vivíamos mi mamá y yo. A ella le encantaba el r&b y el soul. Ponía música todo el tiempo… crecí escuchando Stevie Wonder, Marvin Gaye, Aretha Franklin, realmente mucho soul. También sonaba Bob Marley, a mi mamá le gustaba el reggae. Me enamoré de toda esa música clásica desde muy pequeña. —¿Qué música suena ahora en Inglaterra?
—Es difícil resumirla en un solo género pero creo tenemos una gran escena electrónica. Es muy popular y está dominando las radios en este momento. También tenemos una gran escena indie, con muchísimas bandas. Después está el folk, el soul… creo que están sucediendo muchas cosas al mismo tiempo. Es bastante competitivo, todo se mueve muy rápido. Pero creo que es muy interesante lo que pasa por acá.
Escuchá el nuevo disco de JONES, New Skin, a través de Spotify.