Las plataformas de streaming están constantemente creando contenido para todos los gustos y tiempos. Es por el poco tiempo que el público utiliza para escaparle a la rutina, que las series son un éxito. Pero hay tanto, que quizás encontrar eso que nos “vuele la cabeza” es tan difícil y terminamos cayendo en contenidos no tan buenos. Sin embargo, HBO viene pisando fuerte y demostrando que una serie no tiene que ser larguísima para ser de calidad. Unidos a la BBC, produjeron “Years and Years”, de únicamente seis capítulos que entretienen y más importante aún, concientizan.
Se trata de una miniserie británica creada por Russell T. Davies y dirigida por Simon Cellan Jones y Lisa Mulcahy. La misma sigue la vida de una familia de Manchester en lo que es un futuro distópico pero muy realista. Todo comienza en 2019, aunque el drama se desarrolla en los 15 años posteriores, siguiendo la vida de los hermanos Lyons como un ejemplo del calvario que viviría entonces la sociedad británica. El primer episodio de la serie culmina con Donald Trump bombardeando una isla China y desde ahí, todo cae en picada.
A lo largo del resto de los capítulos, los integrantes de la familia mancuniana son afectados por constantes golpes políticos, económicos, sociales y hasta ambientales. Estos, son tan reales que nos hacen entender que es momento de cambiar. Lo que hace a Years and Years tan humana es que cada familiar representa problemáticas que pueden ser vistas hoy en día, agravadas. Un ejemplo son Stephen Lyons (Rory Kinnear) y su esposa Celeste (T’Nia Miller) que muestran la precarización laboral en una sociedad cuya economía está rota y como la tecnología reemplazó al humano. Mientras que David Lyons (Russell Tovey) y Viktor Goraya (Maxim Baldry) simbolizan la lucha por la opresión y la inmigración ilegal que esta genera. Pero es quizás el personaje de Emma Thompson, Vivienne Rook, el que más miedo da. Siendo una carismática candidata a parlamentaria sin pelos en la lengua y con planes que hacen pensar que la sociedad no avanza, si no que, retrocede.
La serie parece tener mucho contenido para únicamente seis capítulos de solo una hora, aunque esto tiene sus ventajas. Cada final se caracteriza por un conflicto a desarrollar en el capitulo siguiente, por lo que ningún episodio se torna lento ni tedioso, cada minuto está lleno de acontecimientos que dejan ganas de más. Otro punto importante para tener en cuenta son las temáticas que se tratan, que generan tal curiosidad en el espectador que es posible entretenerse al buscar e informarse sobre ellas. Temas como campos de concentración actuales, la transhumanidad o el derretimiento de los polos abren los ojos a una realidad que hay que controlar hoy, para que no se vuelva cierta mañana. Es por todo esto, que Years and Years es digna de maratonear en un fin de semana, o quien dice, un feriado entero.