Ladrón que roba a ladrón
Esta semana corrió la noticia de que Radiohead habría demandado por plagio a Lana del Rey. Aparentemente, Get free, canción que cierra el último disco de la cantante, tiene mucho de Creep -un clásico ya de Thom Yorke y cía-, tema al que se le acusó -oh- por plagio a The Air That I Breathe de The Hollies, la banda del padre uno de los Strokes. Así que el muerto se asusta del degollado como reza el saber popular, pero hete aquí un repaso por los robos, dirán algunos; influencia, dirán otros, de denuncias.
Lana del Rey tuiteó que los ingleses Radiohead la demandarían por copiar uno de sus temas. Inmediatamente después la banda lo desmintió. La neoyorkina explicó que le habían ofrecido a Radiohead el 40% de regalías pero piden el 100%. Stop. ¿No es acaso admitir el plagio? “Mi canción no fue inspirada por Creep”, dice (y leemos “Mi quincín ni fi inspiridi pir Crip”). Por su lado, la disquera Warner/Chappell asegura no haber presentado acciones contra del Rey aunque acepta estar en conversaciones al respecto con los representantes de la cantante: «Está claro que en los versos de Get Free se usan elementos musicales que se encuentran en los versos de Creep y hemos solicitado que esto se reconozca a favor de todos los autores de Creep», explicó. «Y para dejar las cosas claras, no se interpuso ninguna demanda y Radiohead no dijo que ‘solo aceptará el 100%’ de las regalías por la publicación de Get Free», concluyó. Stop 2. El grupo británico había sido previamente demandado por The Hollies, banda mancuniana de los 60 por las similitudes entre Creep, justamente, y The Air That I Breathe. Matemáticamente hablando, si aplicamos la relación binaria de la propiedad transitiva donde a es igual a b y b es igual entonces a es igual a c: ¿Get Free de Lana del Rey es igual a la canción de los Hollies? En fin, éstos últimos ganaron el juicio y hoy sus integrantes Albert Hammond (sí, sí, el papá de Jr de los Strokes) y Mike Hazlewood figuran como coautores y reparten regalías por igual.
Lo cierto es que la Ley de Propiedad Intelectual no aclara mucho al respecto -entendemos que por su dificultad de regulación- pero normalmente se mide por la métrica de compases que se repitan: si son siete o menos, pues, dudosa casualidad; a partir de los ocho, plagio. Y como tal es un delito y un atentado contra el derecho moral del autor a reconocer como propia su obra. Esta infracción está tipificada en el Código Penal: si el plagiador es considerado tal, como responsable hay aceptación de dolo, es decir, voluntad de violar la ley. La estrategia es demostrar que el acto fue involuntario.
Bruce Springsteen dice que es imposible no inspirarse en temas ya compuestos: “En la música, el pasado nunca es el pasado, siempre está presente. Estoy seguro que pueden escuchar pedazos de Beach Boys, turtles o Byrds en todos mis discos”. Stop 3. Outlaw Pete suena a I Was Made for Loving You de Kiss, Bruce, fijate.
El solo de guitarra que sonó hasta el hartazgo, recordarán, fue el de Still Got the Blues de Gary Moore. La banda alemana de krautrock Jud’s Gallery lo acusó de plagio por su tema Nordrach y Moore apeló a que la memoria musical de un artista puede permitirse un trozo que ha escuchado años atrás por casualidad. No cuajó, perdió y pagó.
Otros casos resonados fueron: Viva la Vida de Coldplay se parece a If I Could fly de Joe Satriani (llegaron a un acuerdo para retirar la querella y Coldplay no aceptó su responsabilidad aunque se especula con una indemnización); Beatles y su Come Together suena a You Can’t Catch Me de Chuck Berry quien demandó a John Lennon en 1973. Blurred Lines de Robin Thicke (a quien no se le conoce ninguna otra canción…) es igual a Got to Give it Up de Marvin Gaye y aún hoy siguen en litigio con la familia de Gaye. El maleducado de Vanilla Ice le robó su Ice Ice Baby al Under Pressure de Queen; peor aún: los One Direction (¿quién?) basaron la canción Live while We’re Young en -chan chan- Should I Stay or Should I Go de The Clash. Como se ve que tienen buen gusto, estos niñatos robaron a The Who también: Best Song Ever (¡qué valor!) suena mucho a Baba O’Riley. Ahora bien, Dazed and Confused de Led Zeppelin suena a… ¡Dazed and Confused de Jake Holmes! Plant & cy tienen una lista interesante de “robos” pero esta es sin dudas la más llamativa. Si no escuchan Lust for Life de Iggy Pop cuando Jet hace Are you Gonna Be my Girl, están sordos. I Want a New Drug de los ochentísimos Huey Lewis and the News es curiosamente parecido al tema de Ghostbusters.
Otros desafortunados encontronazos han tenido Bruno Mars con Treasure versus. Breakbot y su Baby I’m Yours, los queridos Oasis y Whatever con Neil Innes y su canción How Sweet to Be an Idiot. Simple Plan hizo de Your Love is a Lie un ¿homenaje? al Boulevard of Broken Dreams de Green Day. Todos sabemos que Hello, I Love You de The Doors es All Day and All of the Night de The Kinks. Nirvana no quedó afuera del escandalete: Come As You Are versus Killing Joke y su temón Eighties. Como los Beatles, Beach Boys parece que le debe Surfin’ U.S.A . a Chuck Berry con Sweet Little Sixteen.
Veremos cómo sigue el affaire Lana del Rey-Radiohead. Mientras tanto, volvamos a apelar a las ciencias matemáticas: todo es precisión rítmica, no sean vagos. Eso sí, si no hay talento, a otra cosa, butterfly.
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