Fotos: Andrés Bonelli
En un Niceto Club completo, el trío presentó Labios Del Río, su tercer trabajo discográfico.
A lo largo de ocho años y tres discos Acorazado Potemkin logró cimentar una ética en las formas de hacer y una estética en la búsqueda constante aún dentro de un formato clásico que los despegan de la demagogia calculada y del estancamiento artístico.
El pasado viernes en Niceto Club, durante la presentación del tercer disco, la banda logró pintar un mundo entero en las primeras canciones y a su vez mantuvo un balance de recursos que hacen que cada tema presente una novedad. Así empezaron el show con un set contundente conformado por el arengador “A Lo Mejor”, la tanguera “Cerca Del Sol” y la seductora “Flying Saucers”, todas con un peso que contrastó con la liviandad liberadora de “Soñé”.
La presentación de un disco nuevo es también una excusa para recorrer todo el repertorio de la banda e incluir canciones como “Las Piedras” que fue hecha como homenaje a Mariano Ferreyra y cuya letra dice “Cuando un hermano no vuelve hay que salirlo a buscar”. En esta oportunidad, Juan Pablo Fernández, que llevaba una remera con la cara de Luca Prodan, hizo explicita la dedicatoria a los hermanos de Santiago Maldonado.
Labios Del Río sonó entero pero no en el orden del disco ni separado de las canciones que forman parte del repertorio ya conocido de Acorazado Potemkin. Ese contraste para generar climas también primó a la hora de ordenar la lista.
En el nuevo disco los covers tienen su lugar y también se hicieron presentes en el show, “Dos De Nosotros”, versión porteña de “Two Of Us” de The Beatles y “Semilla De Piedra”, canción folklórica de la mexicana Lila Downs, que reencarnó en un rock furioso con una guitarra ruidosa y una línea de bajo deudora del mejor post punk.
Los contrastes continuaron con “Sopa De Alambre” en la que el violín de Christine Brebes aportó una línea juguetona muy diferente al dramatismo que le sumó a “Santo Tomé” un
western de la Triple Frontera hecho canción. Luego, “Roto y Descosido” y “Haz De Luz” dieron muestras de las posibilidades del trío para construir canciones de rock clásico contundentes, efectivas y diferentes entre sí.
Acorazado Potemkin tiene un ojo muy afilado para adelantarse a los climas de época. En cada disco retratan algunos sucesos que van marcando la agenda política y social del país. En este nuevo disco, “Mundo Lego” sintoniza desde un lugar para nada panfletario con las luchas feministas contra la violencia de género. También es uno de los momentos en los que Federico Ghazarossian demuestra su maestría con un bajo que va desde una línea melódica que podría pensarse para contrabajo hasta unos acordes ásperos que acentúan el paisaje desolador del que habla la letra de la canción.
La invitada más aclamada de la noche fue Flopa Lestani, quien se sumó junto a Elbi Olalla para hacer una versión de “La Mitad” similar a la grabada en 2009 para
Mugre, pero cruzada por la emoción de la noche que desembocó en lo improbable, que una canción melancólica termine generando una escena de pogo festivo bajo el escenario.
A la noche triunfal de Acorazado Potemkin le quedaban dos grandes momentos: El cierre oficial con invitados que colaboraron para plasmar en “Hablar De Vos” la emotividad de quién transita el dolor y elige construir con él un momento de profunda belleza y el final, donde sólo podía ser a cargo del trío que estaba conquistando su noche. “
Tenemos que pensar qué elegimos cada mañana”, decía Fernández antes de ponerle la firma al show con “El Pan Del Facho” como signo de los tiempos.
Y si cada tiempo y lugar necesita sus propios Clash, Acorazado Potemkin tiene todas las condiciones para ser aquí y ahora
la única banda que importa.
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