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Entrevistas

John Grant: «Cada uno tiene que trabajar en su propia felicidad»

El norteamericano John Grant pasó por el Festival BUE y nos regaló una charla inolvidable.

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«Estoy mejorando mis conocimientos de español», dice John Grant en un castellano chistoso mientras estira la mano para saludar. Su habitación está ubicada en el séptimo piso del Hotel Dazzler Recoleta, y desde la ventana se pueden ver los techos de los edificios más pintorescos del barrio. Señala algo allá afuera y vuelve al español: «La belleza del país es increíble». Mientras se sienta en el sillón que está al lado de una cama de dos plazas, pasa rápidamente al inglés y cuenta que Argentina le hace acordar a España y a Nueva Zelanda porque «uno puede encontrar de todo». El amor hizo que John, que sabe hablar en ocho idiomas, se mude de su Norteamérica natal a Islandia. «Ahora está muy ventoso allá, nada que ver con este calor porteño», asegura.
Es viernes y en unas horas comienza el Festival BUE en Tecnópolis, pero como su show está pactado para el sábado, Grant dedicará su día a la prensa. Desde las 11 de la mañana entran y salen de su habitación periodistas, fotógrafos y camarógrafos. Entre nota y nota, pregunta emocionado cómo se pronuncian algunas palabras y cuál es su significado. Está obsesionado con cada término, con cada etimología, con cada acepción. Dice que Buenos Aires le suena a «romance» y que tenía muchas ganas de venir a conocerla.

Fotos: Christian Pettinicchio

Su carrera musical comenzó a mediados de los noventas en Denver, Colorado, con la banda The Czars, un grupo de rock alternativo que alcanzó cierta repercusión y duró hasta 2006. Cuatro años más tarde, John comenzó su propio camino con Queen of Denmark, su primer disco solista. Luego editó Pale Green Ghosts (2013), un disco crucial en el que decidió hablar sobre su diagnóstico de HIV positivo. «El doc no me está mirando, dice que tengo la enfermedad/Ahora, ¿qué se puede esperar? Usted se pasó la vida de rodillas«, canta en el tema «Ernest Borgnine«.
El año pasado sacó Grey Trickles, Black Pleasure, un disco que marcó un quiebre en su sonido y le dio mucha más visibilidad en el mundo. Las críticas lo colocaron entre lo mejor del 2015 y eso le valió un show en el Festival Glastonbury 2016. Y claro, uno en el Festival BUE.
—A un año de la salida de tu último disco, ¿te sigue gustando?
—Se que a muchos de mis fans no les gustó porque es muy electrónico. Creo que prefieren mi primer álbum pero eso es algo que pasa siempre, es el primero que escucharon y se quedaron con ese sonido. A un año de haberlo lanzado sigo pensando que es el disco que mejor expresa mi personalidad. Me encanta, estoy orgulloso de él, me gusta mucho tocar las canciones en vivo. Siento que con este disco me estoy acercando a mi propio sonido.
—¿Qué cambió realmente con respecto a los discos anteriores?
—Creo que Grey Trickles, Black Pleasure es mucho más divertido…
—Y más ecléctico…
—Sí, más ecléctico y más brillante. También hay más optimismo, aunque creo que si no estás tratando de matarte ya sos un optimista (se ríe). Eso suena muy ‘dark’ pero creo que es gracioso. En este álbum me dí cuenta que realmente ya soy un adulto. En el anterior hablé más del pasado, este está anclado en el presente.
—¿Sentís que sos un artista «dark»?
—Mmm… no, no lo siento. Creo que la gente puede pensar que mi música es dark o depresiva -(abre las manos e imita a un fantasma): ‘Buuu… HIV… buuu…’ (se ríe)-, pero no, no es así. Quizás haya un poco de melancolía pero creo que podés hablar de esos tópicos sin sonar «dark». Además no pienso como dark… igual tampoco creo que en la vida todos son arcoíris y chupetines…
john-grant-2016-02
—¿Ya estás pensando en tu próximo álbum?
—Sí, empecé a escribir un par de canciones y tengo muchas ideas. Espero poder ponerme a trabajar de lleno a principios del año que viene. Después de cada álbum empezás a pensar: ‘Ok, ahora sí voy a hacer el mejor álbum de mi carrera’. Creo que está bueno que sea así.
—¿Querés hacerlo cada vez mejor?
—Sí, y creo que puedo hacerlo cada vez mejor. Todavía tengo muchísimo que aprender. Me siento como un bebé cuando empiezo a escribir una canción. Estoy ansioso por aprender todo lo que pueda pero sin dejar de ser yo mismo, tengo muchas ganas de hacer un nuevo disco lo más rápido que pueda… no quiero que pasen tres o cuatro años…
—La industria no te lo perdonaría.
—A la industria le gustaría que haga un disco por año pero no creo que eso sea posible para mí. Me pegaría un tiro en cabeza… es mucho estrés… no puedo trabajar en ese ritmo.
—¿Tenés un tema favorito de Grey Trickles, Black Pleasure?
—Creo en este momento es “Snug Slacks” porque habla de algunas cosas difíciles para mí pero de una manera muy divertida. Es una canción extremadamente oscura que trata sobre la objetivación del ser humano, del sexo, de la industria de la belleza, de la intimidad… de la adicción al sexo… son todos tópicos que me calan muy hondo cantados de una manera muy divertida.
—¿Es una reivindicación?
—Sí… o una buena representación de lo que me pasa. Lo que a veces se ve como algo muy divertido en realidad puede ser realmente oscuro, y perder el control. El sexo, la belleza, la felicidad, es imposible que alguien te haga feliz: vos tenés que trabajar en tu propia felicidad. Es algo que dicen todos todo el tiempo (pone voz de maestra de primario): ‘Tenés que ser responsable de tu propia felicidad’. Pero no es así de fácil, me molesta que la gente lo repita una y otra vez. La gente siempre está diciendo ‘tenés que dejarlo ir, tenés que soltarlo’. Sí, claro, como si fuera tan sencillo.
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