Días atrás, los fans de Paul McCartney vibraron junto a su ídolo en el Arena 02 de Londres. Como si este regalo fuera poco, el furor estalló cuando apareció en escena un invitado muy especial. El legendario bajista pronunció: “¿Rockeamos? ¡Ve a la batería, amigo!” y el estadio se envolvió en un griterío cuando se descubrió que el mismísimo Ringo Starr estaría al mando de las baquetas. Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band y Helter Skelter fueron los himnos que eligieron los eternos Beatles para burlar el paso del tiempo y demostrar que su talento está más vigente que nunca.
Otro gran momento de la noche se dio cuando McCartney volvió a ejecutar su mítica guitarra tras ser robada en 1972. “No la toco desde hace cincuenta años”, contó a la multitud. Pero, cuando parecía que no había lugar para más sorpresas, el astro de Liverpool le dio la bienvenida a un nuevo rockstar: Ronnie Wood. El aclamado guitarrista hizo lo suyo en Get Back e imprimió su sello Stone a un verdadero clásico de los Fab Four.
Paul terminó el año de forma inmejorable: llevó su cancionero por Europa y Sudamérica, con paradas en ciudades infaltables como París, Madrid, Manchester y São Paulo. Los fans argentinos no ven la hora de que el británico regrese al país para un nuevo golpe adrenalínico a fuerza de hits, tal como lo hizo -el pasado octubre- en los Estadios River Plate y Mario Alberto Kempes.