Seguinos en

Archivos ULTRABRIT

#ArchivosUltrabrit: GUSTAVO SANTAOLALLA, producto argentino de exportación

Publicado

el

Rescatamos de nuestra bitácora editorial este contenido de excepción. Formó parte de la edición #3 de Ultrabrit MAG, publicada en Julio de 2013. A disfrutar! 

Por Gus Giorgi, Marcelo Lamela y Sebastián Chaves

Músico indispensable de los inicios del rock rioplatense en los años ’60, productor artístico estrella, creador de extraordinarias bandas de sonido para cine, ganador de dos Oscars en Hollywood, mentor de una exquisita y novedosa alquimia musical. ¿Cuántas facetas artísticas puede tener un mismo hombre? De todas estas paradas en la vida y de cómo las pasó en cada una de ellas, en una entrevista exclusiva.

gustavo-santaolalla04

En 1968 con los iniciáticos Arco Iris, tomando la posta de Litto Nebbia y delineando con visión de alquimista al nuevo rock argentino cantado en español, con aires autóctonos; en plan solista a principios de los ‘80, con un primer disco fundamental y trasgresor; trabajando como productor artístico y logrando resultados fabulosos con gente tan disímil como León Gieco, Divididos, Café Tacuba, Bersuit Vergarabat, El Peyote Asesino, Jorge Drexler, GIT, Molotov, La Vela Puerca, Juanes, Árbol, y Julieta Venegas; elaborando con paciencia de orfebre sonidos excepcionales para películas, tales como 21 Gramos, Amores Perros, Diarios De Motocicleta, Brokeback Mountain (2006) y Babel (2007) (éstas últimas dos, premiadas con el Oscar a la Mejor Banda Sonora); dándole forma al genial combo de música rioplatense Bajofondo, uniendo las veredas de Buenos Aires y Montevideo con la mezcla justa entre milonga, loops y una pizca de pulso rockero. En sus múltiples y sobresalientes facetas, Gustavo Santaolalla siempre se salió del molde y estuvo un paso adelante. De visita por nuestro país para la presentación del nuevo trabajo de la multitudinaria banda que comparte con el uruguayo Juan Campodónico, nos cruzamos con los dos en un hotel del centro y desandamos el largo camino de uno de los personajes fundamentales del rock latinoamericano.

gustavo-santaolalla02

GG: Gustavo, tenés toda una vida dedicada a la música. ¿Cuándo comienza ese nexo y de qué manera?

GS: Mi conexión viene desde muy chico, ya que mis padres eran ávidos compradores de discos. A los tres o cuatro años era normal para mi estar escuchando música casi todo el día, y ya a los cinco mi abuela me regaló mi primera guitarra. Por lo cual, mi contacto con el mundo musical vino casi desde la cuna. En casa se escuchaba de todo, muchos sonidos nacionales, tango y folklore, pero también había una fuerte presencia norteamericana: big bands, cantantes de foxtrot como Frankie Laine, sonaba Nat King Cole, y algo de clásica también. Con todo ello se me fue formando el oído.

BRITISH INVASION Y LA PRODUCCIÓN

GG: ¿Cuándo te acercás al rock?

GS: A los siete u ocho comienzo con Chuck Berry y Little Richards. El primer disco que compré en mi vida fue el de la banda de sonido de G.I. Blues de Elvis Presley (1960), y a los doce, mis padres me regalaron una guitarra eléctrica. Para esa época, me compré un LP de los mexicanos Teen Tops, que hacían rock pero cantado en castellano. La plataforma ya estaba desplegada: al llegar The Beatles yo estaba totalmente preparado. Y cuando eso pasó, todo se acabó: en ese momento definí que eso era lo que yo quería hacer en mi vida. A los Beatles le siguieron The Rolling Stones, The Animals, The Kinks, los Hollies, todo lo que fue la British Invasion en USA. Francamente, lo británico me abrió mucho los sentidos ya que si bien estaba muy empapado de sonidos estadounidenses, como Bob Dylan y The Byrds, de UK descubrí nuevas cosas que me volvieron loco. Una de ellas fue el trabajo de los productores, conocer lo que hacía George Martin con los Beatles fue algo muy impactante. Lo mismo con Shel Talmy y The Kinks, o Kit Lambert y The Who; empecé a preguntarme cual era la función del productor y eso también fue para mí un viaje de ida.

SC: Una de las preguntas que teníamos para hacerte tenía que ver con ello, de qué manera iniciaste tu interés desde tan chico por la producción artística.

GS: Desde pequeño tuve un interés muy grande por ambas cosas, por la de interpretar la música y por darle la forma correcta. Recomiendo que escuchen el álbum rosa de Arco Iris (Arco Iris, 1968), allí está todo. Ese fue mi debut con la banda y como productor también, tenía dieciocho años. Fue el laboratorio para mis primeros trucos de producción, experimentando con la reducción de velocidades de cintas para lograr nuevos sonidos y texturas.

ML: ¿Cómo fue el proceso de pasar de la observación a la acción musical?

GS: Antes de que tuviese una crisis existencial con la Iglesia Católica y me transformase en agnóstico, gracias a Dios (risas), entre muchos amigos con los que nos conocíamos de la parroquia armamos una banda, que terminó siendo el germen de Arco Iris.

“Hay ciertos cantantes a nivel mundial a los que les vemos cierto enganche tanguero, por su propio estilo personal. Eso vemos en Morrissey como también lo vemos en Tom Waits, en Nick Cave, o en Marianne Faithfull”.

GG: Llegamos al nuevo disco. Presente (Sony Masterworks, 2013) los muestra cohesionados y sonando como un grupo hecho y derecho.

GS: Presente marca un crecimiento y una madurez notables respecto a los dos anteriores. Hoy en Bajofondo somos una banda, como tal. En este disco tenemos baterías, tenemos tracción a sangre, ya no hay bases electrónicas llevando adelante las canciones. Y tanto Juan como yo, tocamos guitarras en todo el disco.

JC: Y también, nuevamente marcando diferencias con los dos anteriores, con Gustavo nos hicimos cargo de las partes vocales, cantamos los dos. En el disco debut armábamos las bases para luego ver qué cantante invitado nos aportaba su voz. Lo mismo pasó en Mar Dulce, pero en Presente lo que suena, en todo sentido, es una banda. Luego, la orquesta que dirigió Alejandro Terán adorna como acompañamiento, pero el disco como concepto es el de un grupo. Para nosotros fue una experiencia fuerte porque exploramos nuevos lugares, cosas nuevas como Bajofondo.

GS: Lo sentimos como un paso realmente trascendente. Queríamos ver que éramos capaces de hacer como banda y los resultados son sorprendentes. Es un álbum conceptual, como un viaje, a diferencia de los dos anteriores que eran básicamente colecciones de tracks. Estamos felices.

GG: ¿Tienen planeado tocar en UK presentando el disco?

GS: Con Bajofondo ya hicimos una gran gira por el Reino Unido: tocamos cinco veces en Londres, incluyendo shows en venues espectaculares como el Koko y Roundhouse de Camden; dos veces en Brighton, además de Bristol, Liverpool, Cardiff y Glasgow. Ahora que firmamos contrato mundial con el sello y editamos el nuevo disco en Londres, con muy buenas críticas por parte de la prensa especializada, el desarrollo de Bajofondo en UK está como un objetivo claro. También estamos tendiendo contactos para tocar en el programa de Jools Holland en BBC, en un futuro cercano. Esperemos que se dé, para nosotros sería una buena carta de presentación masiva.

gustavo-santaolallaULTRABRIT Mag N° 4

GG: Hablando un poco de tu fantástica experiencia con las bandas de sonido para películas ¿Cómo viviste la experiencia de meterte en el mundo de Hollywood, luego de tantos años de contracultura?

GS: Es que en realidad nunca me metí en eso. Vivo en Los Angeles y es donde se entregan los premios Oscar, pero allí se terminan las coincidencias. Y no es que tenga algo en contra de Hollywood en sí, pero las películas en las que he trabajado no representan en absoluto el status quo de la industria. Y de hecho, hasta ahora no hice nunca nada con un director estadounidense.

GG: La última: de la gente a la cual le produjiste discos, si tuvieses que elegir a uno por la razón que fuere, ¿con quién te quedarías?

GS: Esa es una pregunta difícil porque a esas obras las considero como “pequeños hijos”. Pero existe una banda que se destaca por sobre el resto, y son los Café Tacuba. Escuchas veinte años de sus discos y te das cuenta por qué son fuera de serie.

Ad Banner 300 x 250