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Entrevistas

Las Edades: “El amor es la cosa más política”

En la casa de La Paternal donde ensaya, Las Edades conversa con UltraBrit sobre el reencuentro que significa su más reciente disco, Pozo Divino.

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Si bien la banda ha atravesado algunos cambios en los últimos tiempos debido al reemplazo de dos integrantes y una consecuente renovación de su sonido, hay algo que permanece intacto en Las Edades: una sensibilidad inusual para componer canciones pop que quedan grabadas en la cabeza del escucha durante días y días.
Pero otras características que permanecen desde los inicios del grupo son el equilibrio de roles y el trabajo a pulmón para cada producción y show en vivo. “Nunca delegamos nada, no tenemos manager”, dice Nicolás Miranda, uno de los guitarristas del grupo, que en este disco también se anima a ir más allá de los coros y canta en “Mañana de viento”.
La composición de Pozo Divino empezó luego de la partida de Rodrigo Ottonello y Andrés Conte-Grand, quienes fueron reemplazados por Ezequiel Rivero y Mauro Fernández Arizzi en bajo y batería, respectivamente, y representa un cambio de sonido para la banda, dejando atrás las melodías luminosas e intrincadas de guitarras para adentrarse en pasajes instrumentales más sombríos y psicodélicos en donde el bajo parece cobrar mayor peso. 
Para muchas bandas organizar fechas, incluso acordar los ensayos, puede llevar mucho tiempo de planificación y coordinación. ¿Fue ese el motivo por el cual Otto y Conte dieron un paso al costado?
Fernando Palazzolo (guitarrista y cantante): Más que un tema de coordinación fue una cuestión de energía, de las ganas que tenían distintas partes del grupo de ponerle energía a algo por el sólo hecho de hacerlo, porque no hay ningún otro rédito. Es tener ganas de tocar o no tener ganas, es tener ganas de estar implicado en todo lo que supone armar una fecha, moverla, el día del toque estar seis horas antes del show dispuesto a eso, trasladar equipos, estar en el tiempo muerto de la prueba, y todo eso genera un cansancio a nivel humano más que cuestiones finas como pensar “che, me parece que estamos tocando demasiado y no queremos tocar tanto, nos vamos de la banda”. En realidad fue como un desgaste que se venía dando, además de diferencias musicales, supongo.
¿Cómo fue el ingreso a Las Edades para los nuevos integrantes?
Mauro Fernández Arizzi (baterista): A mí me gustaba la banda desde antes, la había ido a ver varias veces y recuerdo que fue re loco entrar. Yo siempre me mantuve tocando con bandas, pero durante casi un año estuve sin tocar en ninguna. En esas experiencias previas había una determinada forma de encarar los proyectos y lo que me dije a mí mismo fue: “no quiero seguir tocando más de esta manera”. Si bien estuve de invitado en algunos shows con otros grupos, durante ese año no estuve fijo en ningún lado. Y un día me la cruzo en Parque Centenario a Lea (Franov), que fue mi compañera de colegio, y me comenta que estaban buscando baterista. Empecé a tocar con ellos y me di cuenta de que se manejaban de la manera en que yo me quería manejar y estaban en el mood en el cual yo quería estar, lo que me pareció increíble. Estaban despreocupados y fuera del anhelo del rockstar. Yo antes me encontraba envuelto en una cosa de tener éxito y pegarla y ahora me topaba con una banda que estaba en otra onda. Son unos tranquilos.
Si hay algo que caracteriza a Las Edades es la idea de equilibrio, especialmente en los roles que ocupa cada integrante. ¿Cómo se da eso?
Ezequiel Rivero (bajista y productor): El objetivo es que las canciones estén buenas y que funcionen bien. Dejamos el ego de lado y si alguien quiere probar determinada cosa está todo bien. Por ejemplo, cuando ensayamos o grabamos, las guitarras están bajas, algo que va en contra del clásico mandato del guitarrista de rock de tocar solo y al palo tapando al resto. Estamos todos como serios y concentrados en que todo quede bien, que las canciones suenen como tengan que sonar. Que la persona que compuso el tema, ya sea Lea, Fer o Nico, se sienta identificada con la idea de la canción, y eso es todo, ese es el único objetivo. Y por eso no tenemos un mango (risas).
Este disco presenta un cambio en el sonido, hay canciones más largas y pasajes instrumentales más complejos. ¿Por qué piensan que se dio eso?
Lea Franov (cantante y guitarrista): Antes, cuando estaba Otto, las composiciones giraban entre tres personas, y sus canciones solían diferenciarse en relación a las mías o las de Fer. Ahora los temas son como más homogéneos y tienen un sonido más grave. Antes yo me preocupaba mucho por los graves cuando tocaba la guitarra, pero el hecho de que Ezequiel esté en el bajo hace que ya no tenga mucho sentido que yo esté ahora con la guitarra y sólo la toco en la canción que le da nombre al disco. Además, es la primera vez que la producción recayó en una persona, que fue también Eze. Y se nota el cambio, ya que ahora tenemos como una base de bajo y batería más “gordita”.
Ezequiel Rivero: Yo creo que en realidad ahora las canciones se simplificaron de alguna manera, por lo menos en sus estructuras. Antes los temas de Las Edades tenían más partes y ahora se trata de una especie de línea continua y uniforme.
En algunas canciones de Pozo Divino, como “El mundo es horrible” y “La Fuerza”, se filtran ciertos comentarios al contexto social que quizás no aparecían en los trabajos anteriores. ¿Se trató de algo buscado o salió de manera inconsciente?
Lea Franov: En “La Fuerza” hay frases como “desarmar el mecanismo” o “el drama del amor”, y habla de las relaciones de poder, porque para mí todo se basa en esas relaciones, desde siempre y para siempre, y en el amor las relaciones de poder se expresan claramente. No recuerdo bien cuándo fue, pero sé que ese tema lo compuse un día que hubo manifestaciones y dije “quiero hacer una canción que hable sobre esto”. Yo siempre me sentí comprometida, aunque nosotros somos como una banda muy “polite”, y como mujer pensé que tenía la oportunidad de comunicarle algo a alguien, o sea, estoy harta de hablar de mi novio.
Nicolás Miranda: No hay letra más política que “La Fuerza” en la banda. 
Fernando Palazzolo: Se puede decir “Las Edades es un grupo que habla de amor”, pero justamente hoy el amor es lo más político, es la cosa más política y politizada del mundo, y es algo que es imposible no hablar o no pensar por lo menos.
A raíz de las denuncias de violencia de género en el ámbito del rock, existen diferentes debates, especialmente en las redes, sobre si es válido “separar la obra del artista”, o si el discurso del artista es también parte de su obra. Las Edades no es de expresarse mucho en las redes al respecto, ¿tienen tomado algún tipo de postura definida o han debatido estos temas entre ustedes?
Fernando Palazzolo: En relación a todos los debates alrededor del feminismo, que nosotros los venimos hablando un montón, nunca hicimos pública una postura política para luego eso transformarlo en un discurso de la banda. Nosotros somos un grupo de gente que se junta para hacer canciones, después las canciones pueden hablar de diferentes cosas, pero que exista alguna situación no quiere decir que vamos a salir con un comunicado a tomar postura sobre un determinado debate, por lo menos no si nadie nos pregunta.
Lea Franov: Ese debate es tremendo. No sé si tenemos una postura definida o tomada al respecto.
Nicolás Miranda: Pero igualmente ahí sí hay una posición, hay una decisión política. Si bien como banda en las redes nunca opinamos sobre los temas que nos interesan, en nuestros perfiles personales lo hemos hecho.
Lea Franov: Además, la realidad no son la redes sociales, que vos no hables de un determinado tema no significa que no lo hables en tu intimidad, en tu casa, con tus amigos o con tu familia.
Mauro Fernández Arizzi: Cada uno tiene su postura y más o menos cada uno está de acuerdo en ciertas cosas. También es cierto que para que cinco personas se pongan de acuerdo y hablen sobre algo en las redes o den un comunicado es muy complicado, porque tiene que ser algo muy puntual y que los afecte.
Ezequiel Rivero: Es cierto que nosotros como banda no nos hemos posicionado frente a nada en las redes, pero internamente estamos debatiendo y comunicándonos cosas que nos importan, en ese sentido nos sentimos una banda muy política. Toda banda y todo acto es político, ¿verdad? Las Edades en su discurso de no decir nada, en cómo nos manejamos en los afiches, en las fotos, todo eso puede apuntar para un determinado perfil, que es una cuestión más que nada estética.
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La banda sigue presentando su más reciente disco, Pozo Divino, con dos conciertos:
Viernes 15 de junio en Casa Unlan (Calle 5 e/ 63 y 64, Nº 1512, La Plata) y sábado 16 de junio en Ladran Sancho (Guardia Vieja 3811, Buenos Aires)