Mi Amigo Invencible: 10 años y un merecido festejo

La banda armó una gran fiesta del indie en Niceto.
Diez años no es poco en un contexto signado por la falta de apoyo, de oportunidades, por una industria en crisis y la masividad mediática que elige repetir lo seguro. Las bandas que traspasan esa marca del tiempo pueden anotarse el triunfo de la perseverancia y la estabilidad. No es poco.
Mi Amigo Invencible nació en Mendoza en 2007. Hoy son la punta de lanza de la nueva escena Indie mendocina que nos obliga, en el mejor de los sentidos de la palabra, a fijar la mirada en lo que allí pasa y en como esa renovación está dando nueva vida a la música que se hace en este país, aquello que algunos aún llaman rock nacional.
El show empezó a telón cerrado con “El Mismo Sol” y “Souvenir”, dos de los tres temas que componen el simple recientemente estrenado, Nuestra Noche. Ya a telón abierto, la alegría de la banda se manifestaba en caras sonrientes, saltos, entusiasmo y cierta euforia contenida.
Pasados algunos minutos se fue revelando lo especial de la fecha: toda fiesta de cumpleaños tiene invitados y estos fueron desfilando por el escenario para unirse a la banda a medida que iba pasando la lista de temas. Pasaron entre otros, Facu Tobogán, Alicia, Simón Poxyran, Las Cosas Que Pasan y Las Ligas Menores, estas últimas dos bandas, además, abrieron la fecha. El único que no era un par, compañero o apadrinado de Mi Amigo Invencible fue Shaman Herrera, productor de la banda, que cerró la lista de invitados con un momento en el que convirtió Niceto en el un espacio donde se llevaba adelante un ritual.

Fotos: Andrés Bonelli

Varios favoritos pasaron en este formato en el que la banda conformada por Arturo Martín, Nicolás Voloschin, Leonardo Guidiño y Juan Pablo Cuatrini mantenía una base sólida mientras Mariano Di Cesare y Mariano Castro animaban, cedían sus micrófonos a los invitados y se concentraban en procurar un show memorable en un Niceto repleto. “Los Lobos”, “La Danza De Los Principiantes”, “Máquina Del Tiempo”, “Hacernos Extraños” sonaron conocidos y novedosos a la vez.
Un momento de intimidad llegó con la canción que da nombre al sencillo que la banda lanzó días antes de este recital, “Nuestra Noche”, que funcionó de interludio en el festejo. “Los Pájaros” inició la seguidilla final con un crescendo de energía que se contagiaba del escenario a un público que acompañó y festejó cada acorde.
Para cerrar la noche y la fiesta todos los invitados volvieron a escena, mientras Di Cesare abría y compartía un champán con Castro antes de saltar junto a Arturo Martín para aporrear la batería a dúo. El resto saltaba, bailaba y reía en una bacanal de disfrute, alegría y sueños cumplidos.
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