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13 reasons why: Detrás del fenómeno, un libro

La serie furor de Netflix está basada en la novela homónima de Jay Asher. Comparamos ambas entregas de una atractiva historia que tiene al bullying como protagonista.

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La serie furor de Netflix está basada en la novela homónima de Jay Asher. Comparamos ambas entregas de una atractiva historia que tiene al bullying como protagonista.
Hace algunos meses irrumpió en Netflix, casi inesperadamente, uno de los sucesos del sistema online llamado “13 reasons why”, complejo programa basado en la novela de Jay Asher (editada por V&R Editoras), primero en ventas en los rankings, que recupera la pesquisa como eje narrativo y la potencial tensión a lo largo de cada uno de sus capítulos.
La serie y el libro, además, imponen el bullying como tema para hablar de una compleja etapa de la vida, la adolescencia enfocándose en Clay, un joven shockeado por la noticia del suicidio de su compañera de curso Hanna Baker, con quien se desnudó emocionalmente y a quien, en algún momento, vio a alguien más que una amiga o compinche escolar y laboral.
A lo largo de cada capítulo de la serie, iremos desandando los pasos de Clay como alter ego de Hanna, a través de la escucha de casetes que la joven dejó grabados antes de su suicidio y en los que revela las 13 razones del porqué de su decisión.
Protagonizada por Dylan Minette y Katherine Langford, se ponen en pantalla las miserias que se esconden tras los sucesos que llevaron a Hanna (Langford) a matarse y el porqué de su drástica salida. Todo de manera explícita, mientras que en la novela, se sugieren.
Narrativamente el programa explora algunas ideas interesantes como la ensoñación o la posibilidad de superar el mero flashback al incorporar a Clay (Minette) en cada uno de los audios, traducidos en imagen, con los que él comienza a conocer el pasado de Hanna, un pasado que lo tiene como protagonista al ser parte de un grupo que sólo supo maltratar y ridiculizar a una joven en proceso de crecimiento y de refuerzo de su identidad.
Mientras que en la serie “13 reasons why” el hecho de escuchar los audios es reforzado con el extrañamiento que podría significar para millenials el soporte, en la novela, hay un espíritu lúdico en las páginas que incorpora, para diferenciar el presente de Clay con el pasado de Hanna, la utilización de los íconos de reproducción y pausa de los viejos grabadores y walkmans.
Entre uno y otro, el ejercicio, por demás interesante, es poder completar la historia que en la transposición pierde algunos recursos interesantes de la novela (la voz interior de Clay) y otros que son utilizados en los primeros capítulos del programa (el mapa que acompaña los casetes) y luego olvidados.
La pluma de Asher es simple y a la vez hipnótica, desarrolla los conflictos a paso lento pero seguro evitando caer en lugares comunes con las descripciones de los monólogos de Hanna, en cambio, en la serie, se subrayan algunos puntos apenas mencionados en el libro para enfatizar aún más el carácter sexual de ataques que recibió verbalmente la joven (leáse su contacto con la poesía) o de personajes apenas mencionados y que se los eleva a la categoría de coprotagonistas.
Aún así, la serie, producida por Selena Gomez para Paramount Television y Netflix, adaptada por Brian Yorkey (“Casi Normales”), y dirigida por Tom McCarthy (“En primera plana”), supera su primera parte anodina, tras la presentación del conflicto y el encuentro de la caja con casetes, y comienza a potenciar su estructura dramática hacia el final de la primera temporada (ya se habla de una segunda parte), algo que se mantiene durante todos los capítulos en la novela de Asher.
13 reasons why, se encuentra disponible en Netflix.
Por Trece Razones, está editado en Argentina por V&R Editoras.
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