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Entrevistas

Barco: «Nos gusta la imagen de una ventana abierta, para que entre aire fresco y nos deje algo bueno»

Casi sin darnos cuenta, las nuevas bandas nos han tomado por asalto, llevando la topografía pop hacia una fase…

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Casi sin darnos cuenta, las nuevas bandas nos han tomado por asalto, llevando la topografía pop hacia una fase más evolucionada y recuperando ciertos principios estéticos como la elegancia, la hipnosis y la seducción salpicadas con algo de psicodelia. Sin dudas, una de las agrupaciones más representativas de este nuevo paradigma musical es Barco, quienes se encuentran presentando su segundo álbum Era, es, será (2016), una de las obras más originales y dinámicas que se han podido escuchar en el último tiempo. Este viernes 15 de septiembre estarán presentándose en Córdoba, más precisamente en Club Paraguay, para cerrar el Festival La Nueva Generación. Buscando dilucidar el perfil que se oculta detrás de la obra entrevistamos a Alejandro Álvarez, cantante y guitarrista del proyecto, quien, a medida que busca la profundidad en el ambiente que lo envuelve, hace énfasis en la naturaleza y el misterio como los principales fundamentos artísticos del grupo.
 
¿Se sienten parte de una nueva generación? 
Naturalmente sí. Nos sentimos parte de un movimiento que viene hace tres o cuatro años, manifestándose y desarrollándose. De todas formas estamos en plan de autonomía, queremos hacer shows propios y corrernos un poco de los festivales. Buscamos apostar a nuestras producciones, lo cual no quita que estemos en contacto permanente con colegas y acompañándolos.
El título del último álbum (Era, es, será) pareciera ser una oda al tiempo, donde conviven el pasado, el presente y el futuro. Sin embargo son una banda bastante joven. 
Bueno, si, el título del disco está relacionado al tiempo en cierta forma. Pero, en realidad, esta más ligado a los sueños personales: cuando estás haciendo algo bien y se genera la sensación de que esto era, es y será lo que debía suceder, ¿no?. El disco está inspirado en esas cosas lindas que uno sueña y quiere cumplir. 
Es muy novedosa la forma en la que deciden publicar el álbum en YouTube con video animado y letra, algo más entretenido de oír. ¿Es posible ponerle imagen a la canción?
Es muy difícil, sobre todo si esas imágenes son, en principio, literales. Lo que hicimos en YouTube es más suelto y libre, son formas que van y vienen. Lo importante es la letra. Pero nos está resultando difícil materializar en imágenes lo que nos sucede. De hecho estamos por grabar un video y dudo que sea una tarea sencilla. 
En la información de prensa oficial de la banda los definen como una agrupación de «buen gusto». ¿Cuáles son las claves que categorizan una obra dentro del buen gusto? 
Es un comentario de alguien que nos quiere mucho (risas), no es precisamente nuestra intención hacer música de «buen gusto». Queremos hacer canciones que sean lindas para nosotros y nos rompan la cabeza. Creemos que, a partir de ahí, le pueden llegar a gustar a alguien. Estamos re copados con la música, quizás la palabra «misterio» nos sienta mejor. 
Las composiciones de Barco resultan muy creativas, ¿por donde pasa esa creatividad? 
Se da en diferentes momentos, hay dos claramente definidos: en soledad dentro de un cuarto vacío con una guitarra y en los ensayos con la banda completa, en ese encuentro surge gran parte de nuestra fuerza creativa. 
Hoy por hoy, ¿conciben al indie como una declaración de principios o, simplemente, lo ven como un género musical? 
Es un rótulo, una etiqueta que no representa lo que la gente cree. El término viene de «independiente». No sé, hay una mezcla. En realidad, si, un montón de bandas del circuito somos independientes, pero no sé, yo creo…(duda)… la verdad no nos gustan mucho los rótulos. No sé qué es indie. 
Entiendo que salgan de gira a otros países, pero ¿por qué justo El Salvador? 
Bueno, tuvimos la suerte de que el programador de Radio Femenina, una de las estaciones más importantes del país, empiece a rotar nuestras canciones. Primero fue un tema que entró en el ranking y la gente lo empezó a pedir. Luego un tema más y, en un momento, casi todo el disco estaba entre los diez más escuchados. Así que nos invitaron a tocar, y cuando llegamos encontramos un micro-estadio de baseball con 3.000 personas cantándonos, la verdad fue una gran sorpresa. Hace dos semanas volvimos a viajar, y tocamos en una especie de Niceto salvadoreño repleto de gente. Impresionante que exista ese público en ese lugar tan psicodélicamente hermoso. 
¿Se consideran una banda glamourosa? 
Para nada. No porque no nos guste el glamour, sino porque no se da naturalmente. Más que glamourosos, preferimos ser «vibrantes». Nos está dejando de importar la estética para darle lugar a la atmósfera vibratoria de los shows. 
Buena parte de la prensa los define como «herederos de Cerati». De hecho, participaron en el homenaje de El Planetario. ¿Cómo les sienta ese rótulo? 
Es un halago, por supuesto, él fue número uno del pop latinoamericano. Esperamos estar a la altura, aunque tampoco lo vemos como un techo. Como decía «el príncipe» Gustavo Pena: a los maestros hay que tenerlos como para ver donde llegaron y hasta donde podes caminar vos. En una de esas llegas más lejos. Pero si los viste como un límite, hasta ahí llegarás. La música de Gustavo Cerati es un gran faro para nosotros. Esperamos tomar esa flama y avivarla aún más. Me parece que esta idea es un consecuencia del respeto y la claridad  en nuestras metas como grupo. 
Los discos de Barco no se caracterizan por ser extensos, ¿se trata de una forma de adaptarse a los tiempos que corren? Quiero decir, ¿ya fueron los álbumes de quince temas o más? 
Todo puede suceder, pero sí, creo que los discos tan largos no tienen mucho sentido. Yo mismo incluso no me siento a escuchar algo tan extenso, ni siquiera de los Rolling Stone, me parece incoherente. Está bueno como formato, pero en el caso de  Antes del desmayo (2013) , que contenía siete temas condensados en veinte minutos, la intención era tomar el disco como una carta de presentación. Al que no le gusta, no lo jodemos tanto y, al que le gusta, esperará nuestro próximo trabajo. El tercer álbum no creo que dure mucho tampoco. Si, en cierta forma, es un modo de adaptarnos a estos tiempos. 
¿A qué le canta Barco? 
Al delirio, la melancolía; las imágenes cambiantes que varían su significado con el transcurso del tiempo. También le cantamos a la libertad, la apertura y el crecimiento…no sé. Son resoluciones subjetivas para quienes nos escuchan, aunque hay un claro mensaje de esperanza que se deposita en la creencia de que todo va a estar mejor, ¿no?. Como decía Spinetta: «mañana es mejor». Nos gusta la imagen de una ventana abierta, para que entre aire fresco y nos deje algo bueno. 
¿Hay alguna banda de Córdoba que los conmueva o les llegue de forma especial? 
Últimamente hemos compartido algún que otro camarín con Nina, me parece que son muy frescos y tienen algo particularmente cordobés. Me gusta como suenan, esa alegría y locura que proponen al ritmo del groove es muy interesante. Después hay un dúo con el que tocamos llamado Future Ted, muy finos. Tocaban muy bien y tenían una chica que cantaba hermoso.
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