El actor y director uruguayo estrenó “La división”, su nueva miniserie para UN3TV, escrita, dirigida y protagonizada por él.
Este año Daniel protagonizó El otro hermano, dirigió El candidato y recientemente presentó La División, una serie web que mezcla suspenso con comedia, en la que se dirige y actúa junto a su hermano Matias y su mujer Ana Katz.
Antes de involucrarse con proyectos de teatro, el multifacético actor contó a Ultrabrit cómo fue su evolución y detalles de su miniserie. ¿De dónde surge la idea de La división?
La idea original era una pareja en una situación doméstica y un mundo oculto detrás de la puerta del living que de a poco él iba a descubrir; esa puerta era un mundo que dividía a la especie humana. Surge de ahí, después se fue modificando. La división tiene misterio y líneas impredecibles, algo que sucede también en El candidato ¿a qué lo atribuís?
La película hace una especie de digresión y en el final emerge la oscuridad que latía por debajo. Sorprende porque hay un manejo entre géneros que pueden llevarte a esperar otra idea. Pero al final emerge el motor que había por debajo, un final más oscuro y no tan redondo como hubiese sido un final de género. Pero en La división no, la serie se divide y habla de esa misma división que puede provocarte. Quizás trata sobre eso que los espectadores no podemos suponer porque es otro plano de la existencia a la que los protagonistas sufren. ¿Creaste al personaje pensando en protagonizarlo?
Sí, siempre fue una idea para interpretarla yo y cuando UN3 estaba terminando su convocatoria para series me preguntaron “¿Se te ocurre alguna idea chiquita?” ¡Si, ésta! Tenía ganas de hacerla, después no fue tan chiquita y me metí en un problema. De producción fue chica pero muy grande a nivel épico. En esta serie se ve lo que en casi todos tus trabajos: un humor sin risa, “a lo Hendler”. En tus actuaciones ya es costumbre, pero ¿cómo transmitís el código a la hora de dirigir?
Creo que es producto de que me causa mucha gracia pero durante el rodaje trato de aguantarme la risa para no interferir en el proceso de los actores y que ellos puedan tener fe en lo que están haciendo, sin que aparezca esa mirada de afuera. Para mi es gracioso pero entiendo que no hay gags, no hay remate. Los de La división son actores estupendos e inteligentes que entienden la naturaleza de sus personajes, el código común y el universo que estamos creando y el humor surge como algo accidental. Trabajaste con Caetano, Szifron, Burman, Winograd y otros enormes directores ¿Influenciaron en tu manera de ejercer este rol?
Dirijo casi desde que soy actor. Lo que veo es que ahora me dejo dirigir más porque disfruto del oficio de actor y de entregarme a esa experiencia. Me aseguro de estar bajo la órbita de directores a quienes les tengo fe y admiración. Al principio tenía una pretensión de autocontrol y después descubrí las limitaciones que me generaba esto y es algo que tiene que estar en manos del director totalmente.
Una vez que me animé un poco más a descontrolar ahí, pude profundizar un poco más como actor, para mí, por ahí no se ve, pero siento que aflojé y puedo tener un nivel mayor de entrega. Este año protagonizaste El otro hermano, dirigiste tu película, estrenas miniserie, vas a hacer teatro independiente y, en otro momento, te expusiste en series populares del Prime time como Graduados. ¿Esa inquietud, de saltar a otro género, es para no encasillarte?
Yo percibo un riesgo en la comodidad de una sola góndola del mercado. Es ahí donde empezamos a ajustarnos a sus reglas y nos perdemos toda la parte del vacío y de la investigación de lo ajeno. Es verdad que cuando han surgido oportunidades para continuar me invadió un cierto miedo de perderme en eso y rajé para el otro lado. Pero sí, es más de inquietud que no me permite sentirme demasiado cómodo en un solo ámbito porque me parece que lo principal es estar siempre detrás de lo inaprensible, de aquello que te invita a investigar y a bucear y no a las zonas en las que uno está seguro porque siento que ahí está la muerte, en la comodidad. ¿Y ahora para qué lado vas?
Estoy empezando a estudiar la letra para esa obra en Espacio Callejón, me voy a abocar a eso con toda la disponibilidad porque no va a ser fácil y estoy haciendo un pequeño personaje en una serie que dirige Daniel Burman. También estoy pensando una nueva serie web, para actuar con mi hermano, no actuamos mucho juntos. El actor revelación, ¿cómo fue trabajar juntos?
Mi hermano es un fenómeno que siempre admiré mucho como músico y cada vez que actúa me parece que tiene una verdad inherente a él que es bastante mágica. En general cuando a un actor se le prende una cámara se pierde algo de esa verdad y en su caso es como que se potencia. Tiene una verdad muy cinematográfica y siempre que puedo me encanta trabajar con él. ¿Y con Ana? Uno se imagina que en su casa se respira cine, ¿desconectan en algún momento?
Nos gusta ir al cine pero no hablamos tanto de trabajo. Con Ana somos muy respetuosos porque hasta que una idea no está evolucionada y no hay personajes claros, es mejor no comprometerte con ningún amigo o pareja y eso lo tenemos claro. La división queríamos hacerla juntos, pero en las películas uno deja que el otro procese porque más allá de que uno desea trabajar con ciertos actores, después está el armado del elenco que también tiene que haber una especie de paleta a armar entre todos los actores y cuando te comprometes con alguien ya estas obrando sobre esa paleta y es mejor tener todo un poco más armado.
“La División” consta de 8 capítulos de 10 minutos de duración y se puede ver por la pantalla de UN3TV: