¿Y ahora qué pasa, eh?
Pasaron uno, dos…. muchos proyectos. Mientras algunos celebran los 30 años de la edición del máximo hit de Los Violadores, “Uno, Dos, Ultraviolento”, se editan libros que repasan toda la carrera de la primera banda punk argentina, Pil Trafa está haciendo otra cosa, está presentando un disco que grabó junto a Los Violadores De La Ley, su nueva banda, llamado Último Hombre. “Hace muchos años que no me siento tan feliz con un disco. Lo escucho, lo pongo en el auto…estoy muy contento con el sonido final que logramos, con las letras”, dice el cantante a quien también se lo nota entusiasmado con su nueva banda, “hace muchísimos años que no me pasaba eso, estamos hablando de dos décadas atrás” resume Pil.
Pero si está tan bien con la banda ¿por qué se siente el último hombre? Aquí tal vez haya que hacer una interpretación futbolística de la expresión: dentro de un equipo de fútbol el último hombre es el que termina dejando en offside al rival dando un paso hacia adelante. Si el paso es firme el rival queda en evidencia; si el paso llega tarde o sale con dudas, la jugada permitirá distintas opiniones, algo que Pil Trafa hoy no está dispuesto a escuchar, quiere dejar a todos en evidencia. -¿Por qué estás tan contento con el nuevo disco?
-Por la banda, porque es un disco con buenos arreglos musicales, buenas melodías. Cuando yo dejé a Los Violadores volví al pub. Tocaba para 40 ó 60 personas y cuando empezamos a redondear esta formación la cosa fue creciendo, se acercaron muchas más personas y sin estar en rotación ni tener un disco. Ahí me di cuenta de que algo estaba pasando con esto. Tengo un montón de discos atrás pero están todos descatalogados, así que era como comenzar todo de cero. No hay otros cantantes, salvo los invitados, no hay algún integrante que quiera imponer un tema propio para ganar algún dinero en SADAIC. Estoy en una banda sin presiones, hace poco fuimos a tocar a Bariloche y después nos quedamos unos días en unas cabañas, cocinando entre todos, lavando los platos… nos llevamos bien. -¿Era algo que habías perdido?
-Sí, por los egos. Ahora trato de cortarlos rápido cuando veo que empiezan a crecer, el mío sobre todo, pero el ego crece cuando empieza a crecer el del otro, ahí empiezan los enfrentamientos. Por suerte hace mucho tiempo que terminé con ese tipo de personas a las que yo llamo “payasos musicales”, gente que no componía, no creaba, estaban cerca de mí y generaban mala onda, una especie de Rasputín, una mala influencia. No trabajo más con ese tipo de gente. -Una de tus canciones nuevas se llama “Non Santo”, en referencia a la empresa multinacional Monsanto a quién Neil Young le dedicó un disco completo este año. ¿Por qué quisiste hablar de esta gente?
-La letra parte de una idea bíblica, la de multiplicar los panes. Lo que digo en la letra es que Monsanto no es el Mesías, ni el multiplicador, porque con la ley de la semilla hacen lo que quieren, la modifican genéticamente, la multiplican, manejan el país; entonces desde esa imagen bíblica también se desprende que todo va a tener un final. Cuando digo “agente naranja sobre el verde Vietnam” ahí hay aproximadamente 400.000 muertos. Monsanto maneja la semilla argentina y quiere que solo se exporte soja, la soja arrasa la tierra, pavimenta el piso y trae inundaciones como las de hace poco. -Los invitados del disco son bien variados: algunos relacionados al punk inglés, otros al heavy argentino…
-Hay tres covers en el disco, en dos de ellos participan sus autores: uno es TV Smith de The Adverts, un artista británico de muy buena calidad, desgraciadamente muy poco conocido acá. También participa Beto Zamarbide, una leyenda del metal argentino. V8 era una de las bandas que más me gustaba en esa época, éramos grupos muy amigos a pesar de que veníamos de distintos géneros. Y después está la Fernández Fierro, una orquestaza de tango de luna porteña, tango de asfalto. -Por un lado tenés un nuevo disco, por otro caen aniversarios redondos de Los Violadores y hasta la reedición de la biografía de la banda. ¿Cómo es salir con algo nuevo mientras tenés un gigante atrás comiéndote los talones?
-Lo que hay atrás siempre va a ser más grande que cualquier cosa que presente pero se puede mostrar todo, ahora lo que más me interesa es el disco y lo otro, bueno, es parte de mi vida. Hace poco estuve presentando Uno, Dos, Ultraviolento: La Historia de Los Violadores, el libro de Esteban Cavanna en la Feria Internacional del Libro en Lima, él no pudo viajar así que fui yo y me pareció buenísimo que estemos representados en un lugar así. -Si tuvieras que armar una lista de temas para un show sin ninguna canción de Los Violadores ¿Cuánto elegirías de cada uno de tus tantos otros proyectos?
-Hay un disco que saqué como solista que me gusta mucho, El Monopolio De Las Palabras, pondría cuatro o cinco canciones de ahí; hay tres o cuatro de Pilsen que también me gustan. Podría armar una lista completa sin usar una sola canción de Violadores aunque sí me gusta tocar siempre “Represión” porque fue uno de nuestros primeros temas, hay mucho sacrificio en la letra, sería difícil que lo deje de tocar. -¿Qué tipo de sacrificio?
-Y en esa época muchos se utilizaban eufemismos, [las bandas] sabían lo que se estaba viviendo y lo hacían de esa manera. Puede ser que poéticamente eran muy superiores a nosotros o tenían miedo, yo lo hice de una manera frontal porque, bueno, estaba en una banda punk. Yo estaba tomando cerveza, no volado fumando marihuana. -Actualmente no parece que haya alguna banda local que vaya al frente con un hit con ese nivel de crudeza y salga bien parada.
-Nosotros estamos dominados por la música uruguaya, que es interesante, está bien, es como cuando Irlanda dominó al Reino Unido con su música. Dominado suena feo pero es así, un país más chico puede someter a otro. De las bandas uruguayas, lo que escuché no me ha gustado pero eso seguramente sea un problema mío. De acá me gustan los Rusos Hijos de Puta, me parece un proyecto interesante, osado, con las guitarras muy desafinadas, es algo muy extraño, no es rápido de digerir. Son interesantes y hoy en día una banda interesante en Argentina es una mosca blanca. Después está lo que hace Cadena Perpetua, Jauría que está muy bien pero no veo una banda que tenga una chispa de creación altísima, el último gran disco que escuché de acá es Puentes Amarillos: Aznar Celebra la Música de Spinetta. Pil y Los Violadores de la Ley presenta Último Hombre este viernes 25 en Niceto. Entradas: http://www.ticketek.com.ar/pil-y-los-violadores-de-la-ley/niceto-club